Por ahí alguien dijo que las crisis no son crisis mientras estas crisis no sean personales. ¿Pero quien en esta vida no tiene crisis personales?La siguiente gráfica representa la evolución de un ser humano con sus características innatas y su impacto con su medio ambiente(social y cultural).
Se indican las crisis más importantes a las que tenemos que enfrentar a lo largo de nuestra vida y el descubrimiento de nuestra Filiacion Intelectual. Cada una de estas crisis es por decirlo de alguna manera una “prueba de fuego” a nuestra estabilidad emocional.
La manera en la que podamos sortearlas, nos hará descubrir por nosotros mismos, que nuestro comportamiento pertenece a una de las dos categorías, ya sea la de ateos o la de creyentes.La interpretación de la grafica es como sigue: En el eje vertical se representa la línea del ateismo y en el eje horizontal la línea del creyentismo. Las clasificaciones de creyentes y ateos esta en función del factor CIV (Curiosidad, inteligencia y Valor). La línea diagonal verde representa el tiempo o el crecimiento y desarrollo de una persona.
crisis
Así por ejemplo, nuestra primer e inevitable crisis ocurre en la infancia, en donde todos los seres humanos nos enfrentamos o somos inducidos a un Lenguaje de la Mentira y absorbemos una Cultura de la Vergüenza, pero como reacción a esta crisis (señalada en la grafica como una línea sinuosa) y de acuerdo con nuestras propias características de Curiosidad, Inteligencia y Valor nos descubrimos como un Creyente Débil, esto es una persona con un bajo factor CIV (Curiosidad, Inteligencia y Valor) y además educada en un medio sociocultural en donde los seres imaginarios son su razón de ser, de otra forma se descubre como un Ateo Reprimido, es decir una persona con un factor CIV alto, pero que es educada y sometida por laCultura de la Vergüenza y el Lenguaje de la Mentira. Es muy común que la gran mayoría de los ateos reprimidos o de closet logren superar la Cultura de la Vergüenza y el Lenguaje de la Mentira y en general a todas las crisis de la vida a las que se enfrentan, declarándose abiertamente como ateos fuertes.
Otra ineludible crisis para cualquier ser humano, son las Experiencias Traumáticas como son los accidentes, enfermedades, la muerte y su temor, etc. sobre todo las que nos ocurren en nuestro círculo social más próximo; familia, amigos y nosotros mismos, en este caso, nuestras propias características innatas nos haran descubrir que nos comportarnos como un Creyente Fuerte, es decir, una persona que posee un bajo factor CIV, pero que sobresale en este factor, la característica de Inteligencia, la cual le permite rechazar las religiones y sus representantes, pero no puede evitar creer en la existencia de algún ser imaginario. Los creyentes fuertes son generalmente los creyentes sin religión. Por otra parte y en contraste, se descubre como un Ateo Débil, es decir la persona con un alto factor CIV, pero cuya característica de Valor no es suficiente para rechazar la existencia de seres imaginarios y se comportan en forma insegura y tímida, ejemplo de ateos débiles son los Escépticos y Agnósticos. Los ateos débiles y los creyentes fuertes se encuentran en el limbo entre ateismo y el creyentismo y fácilmente se les puede agrupar en una categoría de SEUDOS. Estos seudo-creyentes y seudo-ateos son los que navegan en los foros de religiosos y de ateos pero con una actitud de contradicción.
Finalmente, nuestra tercer crisis ocurre cuando pretendemos darle sentido y propósito a la vida. O después de echar un vistazo a nuestro pasado y analizamos nuestros logros personales tanto materiales como intelectuales y nos damos cuenta de que merecíamos algo mejor, que nuestra vida debería haber tenido un sentido mejor, es decir caemos en una Crisis Existencial que nos permite descubrir que soy un Creyente Reprimido, esto es una persona con un bajo factor de CIV y que además es educada en un ambiente ateo y por lo tanto le reprimen su necesidad de creer en seres imaginarios, o por el contrario puedo descubrir que soy un Ateo Fuerte, esto es la persona que posee un alto factor CIV y que es educada en un ambiente libre de seres imaginarios.
El orden en que aparecen estas crisis personales no siempre se da en el orden en el que las presenté. Tampoco quiere decir que estos tres tipos de crisis sean las únicas. Además una vivencia o experiencia propia de una crisis no necesariamente produce por si misma la crisis sino que se comportan como la gota que derramó el vaso, es decir es la acumulación de experiencias o vivencias afines a la crisis.
Los ateos y creyentes caminamos por el mismo camino pero en direcciones contrarias y este camino es de un solo sentido, por lo que una persona no puede ser ateo y después ser creyente o viceversa en el transcurso de la vida, sino que simplemente las crisis de la vida nos van reforzando nuestras características innatas de Curiosidad, Inteligencia y Valor hasta llegar a ser ateo o creyente, en forma excluyente y sin alternancia. De esta manera un creyente se puede mover libremente sobre la línea innata del creyentismo y puede cambiar de religión cuantas veces considere necesario e incluso puede prescindir de la religión y convertirse en un creyente sin religión, pero jamás podrá dejar de creer en Dios o algúna otra divinidad, así mismo el ateo también se podrá moverse sobre su línea innata y profundizar su conocimiento o quedarse en la simple negación de dioses.
Las crisis de la vida impactan al ser humano de una manera tal y como lo explica Maria Montesori sobre la educación de los niños, ella le llama una súbita explosión de conocimiento de sí mismos, es decir que las crisis van descubriendo, fortaleciendo y desarrollando su Filiacion Intelectual con la que va a morir, que es la misma con la que nació pero que no lo sabía.
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