La mayoría de las personas nacen con
una escasa fortaleza intelectual, por esa razón son CREYENTES y eso les impide
afrontar los sucesos desconocidos, inevitables e inexplicables, provocándoles
una enorme angustia y por lo tanto una vida miserable, es decir una persona sin VALOR ni FUERZA para vivir la vida por sí mismo, recurriendo a un ser imaginario para que lo cuide y lo proteja. Pero su misma limitación
intelectual les proporciona una solución a su angustia, al ponerlos fuera del
alcance de sus propias limitaciones y llevarlos a la ignorancia de ellos mismos
y ocultarles el porqué son creyentes, al grado extremo de que ningún creyente
sabe qué es lo que tiene que lo hace ser creyente y nada más que creyente.
Por otra parte las circunstancias particulares de los creyentes hacen que tradicional y culturalmente sea inaceptable que una persona adulta tenga temores infundados y las religiones creadas exprofeso les proporcionan el alivio que necesitan a ese temor irracional a lo desconocido, lo inevitable y lo inexplicable, generándoles ideas de dioses súper-poderosos que les brindarán salvación, protección, vida eterna y explicaciones absurdas pero efectivas contra la ansiedad, el estrés y las vicisitudes de la vida, de esa manera el creyente en dioses puede vivir “normalmente” en su propio mundo feliz con “alucinaciones controladas” y colateralmente, su equilibrio emocional hará más llevadera la relación con el resto de la población o minoría que no requiere dioses en su vida.
En la primera gráfica se muestra la clásica alegoría de la caverna, en la cual las religiones o iglesias proyectan lo que son los dioses a los creyentes, los cuales postrados y dada su escasa fortaleza intelectual (Curiosidad, Inteligencia y Valor), observan atemorizados a esos dioses y los aceptan sin la mayor resistencia. Los creyentes por su condición de creyentes, no solo no se dan cuenta de la manipulación de la que están siendo objetos, sino que además la necesitan para que sean guiados hacia algún dios que los cuide y los proteja. Así mismo se observa a algunas personas (ateos) que poseen la suficiente fortaleza emocional para entender lo que está pasando y se alejan de esa escena que no es compatible con su condición de ateos.
Por lo anterior, resulta ocioso e
inhumano el pretender quitarles los dioses a los creyentes, ya que para ellos
es un asunto de vida o muerte.
Saludos cordiales.
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