Monday, December 04, 2006

ANSIEDAD Y TEMOR.

               El temor es una reacción individual a una amenaza presente, clara y definida. Esta reacción nos permite atacar o huir de esa amenaza. Por otra parte la ansiedad es una reacción individual a una situación o evento anticipado o imaginado. Es decir que la ansiedad es una reacción a una amenaza que no está presente, ni es clara o definida, por lo tanto no la podemos ni atacar ni huir, ya que no sabemos a que atacar o de que huir, dada la indefinición de la supuesta amenaza.

               Independientemente del debate de sí la ansiedad y el temor son innatos o adquiridos, no hay duda alguna de que en este mundo existen una gran cantidad de condiciones desconocidas, impredecibles e inevitables que provocarán una permanente ansiedad.

               Imaginemos por ejemplo, a una persona que en un momento de profunda reflexión personal, de pronto se ve enfrentada a una o varias de esas condiciones desconocidas, impredecibles o inevitables como son nuestras “crisis de la vida”, tales como la propia muerte, accidentes, enfermedades, etc. Estas crisis de la vida producen ansiedad, ya que sabemos o estamos conscientes de que no estamos exentos de ellas y que podemos calcular su probabilidad o reducir sus riesgos, pero no podemos predecirlas con certidumbre ni evitarlas totalmente.

               Un recurso que con frecuencia utilizan los terapeutas para atender los ataques de ansiedad, es convertir la ansiedad en temores reales, es decir algo identificable y manejable y de esta manera poder precisar el objeto amenazante, enfrentarlo y superarlo. Pero las crisis de la vida que tienen las características de ser desconocidas, impredecibles e inevitables, no pueden convertirse en temores y atenderlas apropiadamente, ya que se necesitaría recurrir a “verdades” insoportables o inaceptables o inentelegibles y resultaría peor el remedio que la enfermedad, por lo tanto lo que se requiere es de una solución mágica o fantasiosa que brinde protección y seguridad psicológica contra esa ansiedad.

               La solución mágica y de protección que el ser humano ha creado a través de la historia es la de una divinidad, y esta divinidad puede tomar la forma de una deidad omnipoderosa o la forma de una Ley o Verdad inmutable, etc., de esta manera, todas las personas que padecen crisis de la vida con características de ser desconocidas, impredecibles e inevitables y que no pueden manejar por si mismos, quedarían amparadas bajo la protección y seguridad de alguna divinidad que su propia época y cultura se encargará de crear, proporcionando al mismo tiempo a través de agrupaciones religiosas o místicas la liturgia correspondiente. Esta liturgia, es el antídoto para las crisis de la vida y es a través de estos rituales litúrgicos, como la mayoría de las personas se alejan y protegen psicológicamente de sus propias crisis de la vida y que por si mismos no pueden manejar y superar.
FIN.

1 comment:

Anonymous said...

Con respecto a las crisis de vida, poseen la prodigiosa capacidad de revelarnos algo con respecto a nosotros mismos de lo cual muchas veces no eramos concientes antes de experimentarlas.

Pero no necesariamente nos llevan a la creación intelectual de una divinidad que nos ayude a transitar la crisis, a soportarla y sobrellevarla.

Puede ser precisamente lo contrario (como fue en mi caso), la crisis de vida puede producir la revelación definitiva del verdadero status de la existencia humana: la soledad más profunda en la que vivimos en tanto seres, no creaturas.