Tuesday, August 08, 2006

LA PARADOJA DE MÍ MISMO.

Es extremadamente fácil describir las características exteriores de una nuez, porque la podemos tener en nuestra mano y de esta manera observarla y palparla, ver su color, textura, forma, dureza, etc. pero cuando pretendemos conocer y saber cómo es su pulpa, necesitamos entonces romper la cáscara que la protege y así poder descubrir y analizar su interior.
Del mismo modo, es extremadamente fácil conocer las características exteriores de mi persona, ya que puedo ver y medir mi propio cuerpo, puedo observar y describir la cáscara que conforma mis características exteriores o físicas como el color de mi piel, ojos, pelo, sexo, estatura etc. , pero cuando pretendo conocer y saber como es mi interior, es decir mis características NO físicas o facultades intelectuales, necesito entonces hacer un esfuerzo muy grande para romper ese caparazón que recubre y protege mi yo interior.
A diferencia de la nuez, los seres humanos tenemos una serie de capacidades intelectuales que nos permiten intentar conocer y saber nuestro yo interior, pero ¿Qué tanto podemos conocernos? ¿Existe un limite en el conocimiento de nosotros mismos, de nuestro yo?
En mi opinión si existe un limite al conocimiento de nosotros mismos y ese limite le llamo la paradoja del yo o principio limitante. Esta paradoja o principio limitante está constituida precisamente por nuestras mismas capacidades que nos permiten conocernos y que al mismo tiempo nos impiden conocernos totalmente.
Por ejemplo, la curiosidad es una de esas capacidades que poseemos los seres humanos, pero no todos tenemos la suficiente curiosidad para indagar o escudriñar nuestro interior. Así mismo la inteligencia es otra facultad de los seres humanos, pero no todos tenemos la suficiente inteligencia para hacer razonamientos verdaderos sobre nuestro interior. De esta manera si yo no tengo la suficiente curiosidad e inteligencia para conocerme a mí mismo, entonces resultará imposible que pueda conocerme totalmente e incluso si otra persona, al observar mi conducta, se atreve a señalarme mi insuficiente curiosidad e inteligencia, no lo podré aceptar como verdadero debido a mi principio limitante.
Por otra parte Jean-Paul Sartre en su libro "El Ser y la Nada" dice: "es muy difícil diferenciar tajantemente entre ser y no ser cuando se trata de mi ser."
Esto es que diferenciar tajantemente entre ser y no ser curioso e inteligente es prácticamente imposible para mí, simplemente porque al no ser suficientemente curioso e inteligente, no puedo darme cuenta que lo soy.
Si no puedo aceptar ser lo que soy debido a mi principio limitante, entonces ¿Qué es lo que estoy negando? Pues estoy negando lo que la sociedad dice que soy, estoy negando lo que la sociedad establece como permisible, adecuado o aceptable. Por ejemplo, una persona que no es suficientemente curioso e inteligente, la sociedad lo clasifica o cataloga como tonto y entonces lo que no acepto es que soy tonto, porque para la sociedad los tontos son inaceptables, porque la sociedad considera vergonzoso ser tonto. Por esa razón rechazo ser el tonto cultural o de la sociedad y acepto ser lo que no soy(curioso e inteligente).
Saludos.

1 comment:

Alejandro Daniel López Piehl said...

me parecio muy buen razonamiento! segui asi