Saturday, November 26, 2005

FILIACIONES INNATAS.

Como se mencionó en el tema “INTRODUCCION” el Factor Resultante de la Curiosidad, Inteligencia y Valor es el determinante de la filiación innata, es decir el comportarse de acuerdo a una y solo una de las categorías filiales de ateos, Agnósticos o Creyentes.
Para identificar a que filiación innata perteneces, vamos a considerar un ejemplo simplificado del Factor Resultante de la Curiosidad, Inteligencia y Valor de una persona.
Empecemos por suponer que ideamos una batería de pruebas en las que cada una de las características de Curiosidad, Inteligencia y Valor se pueden medir en una escala de 0 a 100 puntos, por lo tanto tendríamos un Factor resultante máximo de 300 puntos(C+I+V).
El siguiente paso es el de determinar el punto de “quiebre” o separación entre ateos y creyentes. Este parte-aguas seria la cantidad de 200 puntos. Es decir que una persona que se someta a esta batería de pruebas y obtenga un Factor Resultante de CIV de 200 puntos o menos, necesariamente será creyente. Un factor CIV mayor de 200 puntos nos indicará que la persona es atea.
De esta manera una persona que tuviera una Inteligencia de 100 (sabio) y una Curiosidad de 100 (Científico), pero un Valor de 0, entonces invariablemente seria un creyente(100+100+0=200), esto explica por que hay científicos y genios creyentes, porque a pesar de tener la curiosidad de cuestionar y razonar sobre si mismos, carecen del valor para reconocer y aceptarse tal y como son, recurriendo a los seres imaginarios para tratar de ocultar su falta de Valor. Así mismo, si una persona tuviera un Valor de 100 y una Curiosidad de 50 y una Inteligencia de 50, entonces seria también un creyente (100+50+50=200), ya que a pesar de tener un valor máximo, su curiosidad e inteligencia no le alcanza para llegar a cuestionarse a sí mismo.La siguiente grafica muestra en el eje vertical el Factor CIV y en el horizontal la filiación innata a la que pertenecerías. También se muestran las subdivisiones comúnmente aceptadas de los ateos, agnósticos y creyentes.

Las filiaciones innatas (Ateo, Agnóstico, Creyente) son únicas y no se pueden cambiar o convertir entre ellas.
Las características del creyente permanecerán prácticamente invariables durante toda su vida, por tal razón es imposible que un creyente se pueda convertir en ateo o viceversa.
Algunas personas afirman que se convirtieron del ateismo al creyentismo, pero en realidad siempre fueron creyentes, solo que andaban perdidos investigando que se siente SER ateo, hasta que una CRISIS DE LA VIDA los colocó en la posición que siempre tuvieron y tendrán toda su vida, es decir SER creyentes.

Un creyente puede convertirse de una religión a otra e incluso puede dejar de ser religioso, pero JAMAS dejará de creer en seres imaginarios.
Un ateo no necesita categóricamente a ningún ser imaginario para vivir plenamente su vida (ateo fuerte) o puede simplemente combatir las creencias en seres imaginarios (ateo débil), pero JAMAS podrán dejar de SER ateos.
El agnóstico es una persona extremadamente difícil, ya que puede manejar con mucha facilidad ambas posturas. Es una persona con doble máscara y tanto puede negar la existencia de seres imaginarios (agnóstico ateísta) como puede también y al mismo tiempo creer en dicha existencia(agnóstico teísta).

Monday, November 14, 2005

IDEA E IMAGINACION.

Todos los seres humanos tenemos la capacidad de generar o crear ideas, algunos son extremadamente creativos.
Una idea no existe físicamente en el mundo real, sino que solo existe en el mundo ideal, como una reacción electroquímica del cerebro. Para que una idea se “materialice” o se “realice” es necesario que se proyecte o devele sobre el mundo real y el primer paso para esta develación es creando una imagen en la conciencia, es decir darse cuenta y darle forma a la idea de una manera clara y adaptable al mundo real.
De lo anterior se deduce que la capacidad de imaginarnos nuestras propias ideas es más difícil que crear las ideas, por lo tanto no todos tenemos la capacidad de la imaginación, es decir, de darle a las ideas, forma, claridad y adaptabilidad al mundo real. Por esta razón, es más fácil imaginarnos lo que otros nos describen.
Por ejemplo, yo tengo la idea de que el Factor de la Curiosidad, Inteligencia y valor (Factor CIV) es el determinante de la filiación como ateo, agnóstico o creyente, pero no me puedo imaginar como el CIV se mezcla en el interior del cerebro(reacción electroquímica) para dar un Factor CIV constante o fijo para cada persona.
Einstein afirmaba que una idea es el producto de la intuición y la razón; Era algo en lo que nadie había pensado antes. Cuando Einstein tuvo la idea de que la luz poseía masa, como la tienen una mesa o una silla, demostrándolo a través de ecuaciones matemáticas, muy pocos le creyeron, hasta que experimentalmente se “observó” el efecto de la gravedad sobre la luz en un eclipse total de sol.
El movimiento perpetuo y la cuadratura del circulo son ideas surgidas hace muchísimos años, pero la ignorancia del concepto fricción y la constante Pi(3.1416) hizo que muchas personas dedicaran toda su vida inútilmente, tratando de imaginar o darle forma a estas ideas,
En conclusión, si no puedo imaginarme lo que existe (reacciones electroquímicas en el cerebro, fricción, Pi, etc.) resulta entonces imposible que me pueda imaginar lo que no existe.
Si la idea de Dios no puede ser develada al mundo real, es porque los creyentes ignoran los conceptos de su propia psicología(CIV) y pasan inútilmente toda su vida, buscando lo que no existe. La imagen que los creyentes tienen de Dios es la imagen que otros (sacerdotes) les describen y la imagen de Dios que los sacerdotes les describen a los creyentes, es la imagen que los creyentes desean o necesitan tener. Es la imagen de algo que les reduce la ansiedad y frustración por lo desconocido, impredecible e inevitable que tiene la vida. Sin esa imagen los creyentes se volverían locos y sucumbirían.