En un estudio sobre dogmatismo y
autoritarismo realizado por Bruce E. Hunsberger y Bob Altemeyer de la
Universidad de Manitoba en Canadá, se encontró que los ateos tienden a ser
menos dogmáticos y autoritarios que los creyentes religiosos.
El 92% de los creyentes religiosos encuestados dijeron que sí habían educado e influido a sus hijos en su creencia religiosa y el 88% contestó que sí estaban de acuerdo en que se enseñara religión en las escuelas públicas. Por el contrario, solo el 8% de los ateos dijeron haber enseñado su ateísmo a sus hijos y ninguno estuvo de acuerdo en que se enseñara ateísmo en las escuelas públicas.
La doble vara utilizada por los creyentes religiosos es evidente al aceptar que se enseñe religión en las escuelas públicas, pero nunca ateísmo ni ninguna otra religión que no fuera la propia, sin embargo, los ateos respondieron que no estaban en desacuerdo con la enseñanza religiosa en las escuelas públicas y que en un momento dado sus hijos creyeran en algún dios, ya que a fin de cuentas lo que más les interesaba era que sus hijos se formaran sus propio criterio.
¿Por qué a pesar de que la enseñanza informal
es un derecho básico de los padres, los ateos no enseñan el ateísmo a sus
hijos? Seguramente porque intuyen que se nace ateo o creyente y la educación no
influye de ningún modo en su Filiación intelectual. También los ateos por
experiencia propia, “sienten” que en ellos no influyó la educación que
recibieron y que finalmente fueron sus características personales la que los
llevó a su Filiación Intelectual de ateo. Es decir que no importa la educación
formal e informal que se les dé a los niños, la Filiación Intelectual de ateo o
creyente surgirá por sí misma.
Por lo anterior, surge la siguiente pregunta: ¿En qué les afectó en lo
personal el adoctrinamiento religioso que recibieron en la infancia, tanto de
sus padres y/o de la escuela y/o de la sociedad en general?
La respuesta más probable de los ateos es de
que no les afectó en lo más mínimo y se descubrieron ateos sin mayor
contratiempo y a pesar del adoctrinamiento infantil.
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