“Dios ha muerto” es la frase más famosa de Federico Nietzsche, escrita
en el libro “La Gaya Ciencia” en el número 125 intitulado EL LOCO, del cual voy
a transcribir algunos párrafos.
El loco.-¿No habéis oído
hablar de ese loco que encendió un farol en pleno día y corrió al mercado
gritando sin cesar: «¡Busco a Dios!, ¡Busco a Dios!». Como precisamente estaban
allí reunidos muchos que no creían en Dios, sus gritos provocaron enormes
risotadas. ¿Es que se te ha perdido?, decía uno. ¿Se ha perdido como un niño
pequeño?, decía otro. ¿O se ha escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se habrá
embarcado? ¿Habrá emigrado? -así gritaban y reían todos alborotadamente. El
loco saltó en medio de ellos y los traspasó con su mirada. « ¿Que a dónde se ha
ido Dios? -exclamó-, os lo voy a decir. Lo
hemos matado: ¡vosotros
y yo! Todos somos sus asesinos.
¿No oímos todavía el ruido de los sepultureros que
entierran a Dios? ¿No nos llega todavía ningún olor de la putrefacción divina?
¡También los dioses se descomponen! ¡Dios ha muerto! ¡Dios permanece muerto!!Y
nosotros lo hemos matado! ¿Cómo podremos consolarnos, asesinos entre los
asesinos? Lo más sagrado y poderoso que poseía hasta ahora el mundo se ha
desangrado bajo nuestros cuchillos.
Todavía se cuenta que el loco entró aquel mismo día
en varias iglesias y entonó en ellas su Requiem aeternam deo. Una vez conducido al exterior e interpelado
contestó siempre esta única frase: ¿Pues, qué son ahora ya estas iglesias, más
que las tumbas y panteones de Dios?
La metáfora literaria es una modalidad del escritor o hablante
para trasladar el significado preciso de la palabra a otro figurado. Este
recurso es muy útil cuando el sentido preciso de la palabra resulta
comprometedor o de difícil demostración. En las investigaciones científicas el
uso de la metáfora es inusual.
Es obvio que este texto de El Loco es una metáfora literaria, independientemente
de que el titulo del libro sea “La Gaya Ciencia”. Pero realmente ¿Quién mató a
Dios?
La respuesta es muy sencilla, solo los que tienen dios lo pueden matar
y esos son los creyentes en Dios, esos creyentes resentidos con su propio dios,
porque no les satisfizo alguna petición vital como el salvar la vida de un hijo
moribundo o la de un padre accidentado y agónico, etc.
Al no cumplir Dios con esa petición, entonces el creyente descarga su
ira, impotencia y resentimiento contra el único “ser” que podía atenderlo y no
lo hizo y lo niega diciendo ¡Dios no existe! ¡Dios ha muerto!
A partir de ese momento el creyente se convierte en un acérrimo
enemigo de Dios y se manifiesta abiertamente como antiteísta, atacando todo lo
relacionado con su exdios, religiones, iglesias e incluso contra sus antiguos
correligionarios o veneradores de Dios.
Es muy común encontrar en las redes sociales a estos creyentes
resentidos con su dios, se les observa por doquier disfrazados de ateos y con sus permanentes
diatribas y burlándose de Dios, porque encuentran más consuelo en la blasfemia
que en la oración no satisfecha y en esas injurias tratan desesperadamente de
encontrar y sustituir al dios que han matado, porque finalmente, siguen siendo
creyentes en dioses, pero ya no en ese dios pérfido y traidor del cual están
decepcionados, sino en otro, al que todavía no encuentran.
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
No comments:
Post a Comment