"Argumentar con una persona que ha
renunciado a la lógica, es como dar medicina a un hombre muerto"
Thomas Paine.

He acuñado la palabra teodependiente para describir
a una persona que cree y necesita a cuando menos un dios en su vida.
Entendemos por instinto de supervivencia a todas
esas acciones automáticas que nos permiten continuar vivos o sobrevivir en este
planeta.
El término evolución significa desarrollo o
desenvolvimiento, la transformación gradual de un estado a otro. La evolución del ser humano lo ha
llevado al perfeccionamiento físico, pero además conlleva un rasgo intelectual
genético, fundamental en la supervivencia, EL TEMOR, por lo tanto el temor o el
miedo a la muerte son emociones innatas que activan y disparan al instinto de
supervivencia.
En
un principio los seres humanos vivían en cuevas en donde la competencia por la
supervivencia era extrema, al grado que los más débiles como ancianos mujeres y
niños se quedaban en la cueva y los demás salían a cazar para alimentar al
grupo. En estas excursiones diarias para conseguir alimento se enfrentaba a la
muerte y se producían bajas, ante estas bajas el temor se transformaba en miedo
y entonces solo unos cuantos cuyo temor era menor salían a cazar, porque eran los
más audaces y valerosos, pero los que se quedaban tenían mucho más
probabilidades de sobrevivir con esta estrategia de supervivencia de estar
menos expuestos a los riesgos de la cacería, así fue aumentando lentamente una
generación de personas con un mayor rasgo intelectual genético de temor, pero
el temor no solo se circunscribía a los animales de cacería, sino también a los
depredadores, rayos, fuego, enfermedades, accidentes, lluvias torrenciales y
desastres naturales, etc. a los cuales se les adjudicaba un dios que los
producía y al que debían venerar u honrar e incluso ofrecer sacrificios humanos
para evitar su terrible furia, de esta manera cambiaban la dependencia de los
valerosos del grupo a una dependencia de un ser imaginario, esto es
teodependencia.
