La DEPRESIÓN, la
ANGUSTIA, la ANSIEDAD y los ATAQUES DE PÁNICO son crisis nerviosas o estados de
ánimo muy comunes en la mayoría de los seres humanos, se origina un
presentimiento de la ocurrencia inesperada e inexplicable de “algo malo”,
produciendo una sensación de desasosiego y se caracterizan por un comportamiento agudo y
prolongado en el que se observa a la persona mayormente triste, inquieta,
preocupada y temerosa. Las consecuencias de no reducir o eliminar estos estados
depresivos indeseables, pueden ser en algunos casos fatales.
Las personas más
propensas a sufrir estas crisis personales, con mayor frecuencia, mayor
duración y profundidad son los creyentes en dioses, que cansados de ingerir
medicamentos, terminan recomendando buscar a dios para superarlos. Un
ejemplo de esto es el siguiente mensaje de Yenifer echeverria ”Tenemos que tener respeto por aquellos
que lo padecen lo están padeciendo es algo muy feo difícil por momentos de
explicar, YO tuve ese padecimiento es horrible no salía de mi casa, me perdí lo
mejor de mis hijos, fiestas de escuela, me decían que no los quería, mama
porque no venís y yo siempre tenia una excusa, ahora de vez en cuando me quiere
agarrar es ahí cuando empiezo a rezar es lo único que me trae a tierra ,aquí en mi
casa nadie sabe que padezco eso, ni mis hijos, ni marido y parecen no darse
cuenta sufro sola y me las arreglo sola. DIOS ES MI SOSTEN AMEN PARA TODOS LOS
QUE SUFRIMOS.”
Por otra parte, si los ateos no
tienen ni necesitan a dios alguno, entonces ¿Cómo le hacen los ATEOS para superar esas
crisis nerviosas?
La respuesta es simple: Los ATEOS
no disponemos de mucho tiempo para sufrir depresiones, porque nuestra
suficiente curiosidad nos permite estar activos y ocupados y no pasivos y
preocupados que es el inicio o disparador de las depresiones.
En las pocas
frecuentes depresiones que sufrimos los ATEOS, también disponemos de la
suficiente inteligencia y sobre todo VALOR para superarlas rápidamente, es
decir que nuestra suficiente capacidad intelectual de CURIOSIDAD, INTELIGENCIA
y VALOR nos permite superarlas por nosotros mismos, sin medicamentos ni dioses.
Es decir que los ATEOS también sufrimos de depresión, aunque en raras ocasiones
y gracias a nuestra fuerte mentalidad casi ni nos damos cuenta que las tenemos.
Desgraciadamente esas características intelectuales,
no se enseñan ni se aprenden, se traen desde la cuna, es decir son innatas, por
esa razón la condición del ateo y el creyente en dioses es permanente durante
toda su vida.