Thursday, October 25, 2007

EL MEJOR DE LOS MUNDOS POSIBLES.

Gottfried Wilhelm Leibniz(1646-1716), matemático y filósofo alemán, creador del cálculo infinitesimal, escribió el libro “Teodicea” (Justicia de Dios) en el cual trata de justificar que el mundo en el que vivimos es el mejor de los mundos posibles que Dios pudo haber creado y explica la bondad de Dios, la libertad del hombre y el origen del mal.

Leibniz dice “El Ser perfecto, en virtud de su perfección misma, debe crear el mejor de los mundos posibles, por lo cual se entiende aquel mundo que contiene el máximo de realidad, el máximo de esencia. Porque todos los posibles mundos son composibles, es decir compatibles entre si. Hay una infinidad de mundos posibles, es decir colección de compatibles y, entre tantos, necesariamente uno debe contener una materia más rica y mejor organizada."

Pero si este mundo es el mejor ¿cómo explicar la presencia del mal? Leibniz considera que: “El mal en general, es pura imperfección de una criatura –por ej. Un hombre privado de su buen sentido- representa toda la perfección de que es acreedora, si se piensa que Dios consideró su lugar en el conjunto, que es el mejor de los mundos posibles. Dios se limitó a permitir el pecado, pues en el mejor de los mundos posibles, comprende hombres que disfrutan la libertad y capaces de emplearla mal.”

Respecto a la libertad Leibniz afirma: “La libertad humana existe. La libertad se define como la espontaneidad del ser inteligente, tal definición concuerda con la naturaleza humana y con los atributos divinos, con la presciencia Divina. Dios conoce de antemano todas las acciones humanas, que sin embargo no son necesarias, pues su contrario no es imposible, para la providencia divina. Lo que una esencia era contingente antes de la creación, sigue siéndolo después.

En mi opinión, la pregunta más interesante de la obra teológica de Leibniz es ¿Cómo es posible que un genio de las matemáticas, con una capacidad de pensamiento tan profunda, pueda creer y pretender justificar la bondad de Dios y la maldad del ser humano con todo ese cúmulo de falsos argumentos en favor de una simple idea como la de Dios?

Las respuestas a esta pregunta la da el propio carácter de Leibniz, un hombre diplomático, bonachón e incansable conciliador de diferencias, de entre las cuales destaca el infructuoso intento por conciliar la razón y la fe. Un hombre cuyas características intelectuales como la Curiosidad y la Inteligencia eran sobresalientes, pero cuyo Temor era extremadamente mayor que su Valor.

Por otra parte Leibniz fue educado en el protestantismo cristiano y finalmente la ignorancia que prevalecía en su época sobre Psicología, Fisiología y Biología Molecular.

Estas son las razones por las que a mi juicio hacen que un genio matemático sea creyente y no ateo. Esto explica por qué las personas con un alto Temor y un bajo Valor necesitan justificar la existencia de un Ser superior que les brinde la seguridad que su escaso valor no les proporciona.

Es indudable que para sobrevivir en este único mundo en el que nos tocó nacer, se requiere mucho valor para soportar el inevitable azar, las injurias del tiempo y las injusticias de los hombres, sobre todo cuando se hace en la soledad de sí mismo, sin la necesidad de dioses o seres imaginarios que nos brinden “protección” y “seguridad”.

Lo anterior no significa de ninguna manera que las personas creyentes sean cobardes, sino que simplemente esa es su naturaleza, como la de una mujer que nace mujer o la de un hombre que nace hombre, así, los creyentes nacieron creyentes y no pueden ser de otra manera, por lo tanto la necesidad es incompatible con el castigo, es decir que el ser creyente no implica ser cobarde, como tampoco el ser ateo implica ser valiente.

Theodore Fluornoy, psicólogo francés de inicios del siglo pasado, estableció los principios de exclusión y biológico sobre los cuales debería fundamentarse la Psicología de la Religión y afirmó que los ateos serían los mejores candidatos para realizar esta psicología. Después de leer la Teodicea de Leibniz es evidente el por qué de su aserto, ya que invariablemente, todos los creyentes en Dios, parten de su existencia y tratan de justificarla a como de lugar.
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2 comments:

Unknown said...

pues creo que deberias leer con mas cuidado, el autor no esta haciendo una justificacion forzada sobre propociciones falsas, esta tratando de ofrecer, desde la lógica matemática prueba de la existencia actual de el mejor de los mundos posibles, se refiere a su estructura formal y no a su cualidad moral. lo que intenta hacernos ver es que este mundo es el mejor de los mundos posibles por que a partir de la menor cantidad de principios posibles se desarrolla toda su estructura estos principios son uno y la nada, si como en el codigo binario, este mundo permite deducir todo a partir de esa primera relación, el no da por sentado la existencia de dios si no que la fundamenta en la existencia de un mundo posible, por cierto, eso lo hacen todos los lógicos que buscan un primer principio estructural de la realidad, y no solo ellos tambien los filósofos y científicos que buscan un fundamento unico para todas las ciencias y todas las verdades. Hasta Einstein decia, la poca ciencia nos hace ateos, la mucha ciencia no. No es que yo sea creyente ni mucho menos, simplemente no se, lo que si se es que si todo se fundamenta en una solo cosa necesariamente tendria que ser dios pues cumpliria con los requisitos para serlo, asi que no se equivoquen si se dicen ateos no son cientificos, si se dicen creyentes si, yo por mi parte prefiero didar de ambos y de todo

Libre y Soberano said...

Gracias In tlahtolli, por tu agnóstico comentario.
Saludos cordiales.