En diciembre de 2008 The National Geographic Channel trasmitió un programa intitulado “In the Womb: Identical Twins”en el cual presentan interesantes diferencias entre gemelos idénticos o monocigóticos, es decir dos personas que son un clon una de otra dado que tienen el mismo ADN y sin embargo presentan diferencias significativas en su físico, conducta y aun en su preferencia sexual.
Uno de los casos investigados es el de dos jóvenes gemelos idénticos, Celso y Jesús Cárdenas, pero en el que Celso es homosexual y Jesús heterosexual. Este tipo de casos desata la más controversial pregunta científica ¿La homosexualidad es innata?
La respuesta que presentan es que alrededor de la semana seis de gestación, los fetos con el cromosoma “Y” empiezan a formar los testículos y cerca de la semana ocho se empieza a producir y secretar la hormona testosterona para masculinizar los cuerpos de los fetos y puede afectar el desarrollo temprano del cerebro.
Por alguna razón desconocida, Celso no produjo suficiente testosterona o su cerebro no recibió suficiente dosis de testosterona y su cerebro se “alambró” para preferir sexualmente al género masculino, es decir que Celso es un hombre con cerebro de mujer e incluso con tendencia a realizar actividades mayormente femeninas como danza y gimnasia, en cambio en el caso de Jesús, sí produjo suficiente testosterona y su cerebro recibió mayores dosis, haciendo que su cerebro se “alambrara” para preferir sexualmente al genero femenino.
Por lo anterior, el homosexualismo no es el resultado de la educación recibida porque Celso y Jesús crecieron en el mismo hogar y medio ambiente, también es improbable que haya sido una decisión personal de Celso, dado el rechazo popular de los gay al grado de que la religión católica los considera como una aberración de la naturaleza, tampoco el homosexualismo es genético puesto que el ADN es el mismo para ambos, pero no hay duda de que el homosexualismo sea innato.
Haciendo un análisis similar con el ateo, se puede llegar fácilmente a la misma conclusión de que el ateo no es el resultado de la educación recibida, ni de una decisión personal o aun ni siquiera genético, sino que simplemente es innato.
Si consideramos a los homosexuales, ateos y creyentes como innatos es mucho más fácil entenderlos y aceptarlos como algo natural y no como aberraciones de la naturaleza a los que hay que corregir o desterrar.
Saludos cordiales.
